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Parques eólicos en Europa

Parque eólico en Australia
El desarrollo de los parques eólicos en Europa tiene muy buena aceptación pública. La política seguida por las instituciones gubernamentales europeas ayuda al desarrollo de las energías renovables. El gobierno del Reino Unido, por ejemplo, tiene como objetivo que el 10% de la energía doméstica consumida sea generada por fuentes de energías renovables en 2010.
Además, Alemania tiene el mayor número de parques eólicos del mundo, así como la mayor turbina de viento construida sobre el mar, y en Escocia se realizará la construcción del parque Whitelee Wind Farm, el segundo de Europa, con 140 aerogeneradores de 2,3 MW cada uno, para una potencia total instalada de 322 MW.
Actualmente el mayor parque eólico de Europa es el de Puebla de Guzmán en Huelva con 383,8 megavatios de potencia instalada.
Ventominho ocupa el segundo lugar,2 dispone de 240 MW de potencia y se encuentra en Portugal . Desplaza al parque escocés conocido como Whitelee (209 MW), ocupando Maranchón (208 MW) el tercer lugar, ambos son de Iberdrola. Ventominho cuenta con cinco grupos de aerogeneradores repartidos a lo largo de treinta kilómetros, muy próximos a la frontera con Galicia, que confluyen en un único punto de conexión a red. El conjunto está formado por un total de 120 máquinas de dos megavatios (MW) suministradas por el tecnólogo alemán Enercon.
El número y dimensiones de los Parques Eólicos offshore se esta incrementando de manera significativa. El impacto del ruido de todas las turbinas, en funcionamiento, así como el ruido generado, de carácter antropogénico, durante las fases de instalación o su desmontaje, necesita ser considerado, regulado, medido y mitigado, si fuera necesario Este ruido habrá que distinguirlo, en su caso, del ruido natural originado en procesos propios del entorno marino. Sólo el ruido de origen humano, (p.e. el ruido introducido por la instalación y funcionamiento de un Parque Eólico offshore), necesita ser regulado. Como, ya hemos señalado brevemente, a razones medioambientales se superponen razones políticas y económicas que pueden limitar o polarizar tales regulaciones. Existen, sin embargo, bases legales sobre las que apoyar cualquier acción que pueda permitir, o en su caso actuar para reducir el impacto del ruido. Un ejemplo de base legal está en la Convención de Naciones 4Acústica 2008, 20 - 22 de Outubro, Coimbra, Portugal Unidas de 1982 sobre la Ley del Mar (1982 UN LOS Convention), que abarca todos los aspectos relacionados con la contaminación por radiación (e.l.m., radiactiva, térmica, etc..).
¿Es el ruido un contaminante del medio marino? no es un dsperdicio contaminación es: “La introducción, por el hombre, directa o indirectamente, de sustancias o energía dentro del medio marino, incluyendo estuarios, que ocasiona, o puede ocasionar efectos nocivos o daño a los recursos y vida marina, riesgo a la salud humana, obstaculizar las actividades marinas incluyendo la pesca o cualquier otro uso legítimo del mar, deterioro en la calidad de los usos del agua marina o reducción de su disfrute”. La misma Ley (Artículo 240) dice: “Los Estados tienen como deber reforzar la observancia, la medida, la evaluación y el análisis, por métodos científicos reconocidos, de los riesgos y efectos de la contaminación marina, bien directamente o bien a través de Organizaciones Internacionales de probada capacidad y competencia”.
De todo lo anterior se puede concluir que, al menos, existe una ley Internacional que apoya la lucha contra la contaminación acústica, ya que el sonido como una forma de energía, cae dentro de la definición de contaminación del entorno marino.
Al tratar de identificar las posibles fuentes de ruido en un Parque Eólico Offshore, que pudieran presentar conflictos con el entorno marino es adecuado analizar la vida útil de esas instalaciones. Se calcula una vida útil de producción de unos 25 años. A este espacio de tiempo habrá que añadir el tiempo empleado en el montaje e instalación, durante el cual se simultaneará esta actividad con la producción de energía a medida que las nuevas unidades se van poniendo en actividad. Finalmente la vida útil termina con el desmontaje del Parque en cuya tarea habrá que atender al almacenamiento adecuado de los restos, como a la eliminación de las bases de las torres soporte de las góndolas, que han permanecido sumergidas y enterradas en el fondo. Cada una de estas fases genera un ruido específico.
Durante el periodo de instalación el ruido perturbador procede de tres fuentes distintas. En primer lugar está el ruido de tráfico de los barcos auxiliares transportando u operando en la zona, figura 7. En lo que se refiere a transporte a plena carga, el ruido que se genera presenta un espectro de picos (típico) en la banda de 5Hz a 500Hz, aunque también puede extenderse hasta los 2 kHz, [27]. Un segundo tipo de fuente, con características propias, es el procedente de todo el proceso de clavado, en el fondo marino, de las bases o pilotes que han de soportar las estructuras sobre las que montar la góndola y las palas del aerogenerador. Es sin duda el proceso más ruidoso y más perturbador del entorno. Una última fuente de ruido en el proceso de instalación es la que procede de la elaboración de la infraestructura de conexionado de todos los aerogeneradores con la estación central y de esta con tierra. Esta infraestructura implica la construcción de las trincheras sobre las que irán los cables de conducción eléctrica y señales correspondientes. Los tres tipos de fuentes sonoras concentran, en gran parte, su energía en las bajas frecuencias y el entorno afectado, no se olvide, es la parte más biológicamente productiva del océano lo cual implica que superar un determinado nivel de presión sonora puede acarrear daños irreversibles.
El ruido procedente de los barcos auxiliares implicados en este proceso es bien conocido en Acústica Marina. Son muchos los trabajos publicados en la literatura actual y es un campo amplísimo. Existen algunos trabajos que resumen muy bien todo lo básico y concerniente a el conocimiento del espectro radiado y sus niveles típicos.
El análisis del segundo tipo de fuente sonora necesitará una profundización mayor. Se sabe que el ruido de impacto es el resultado de una rápida descarga de energía cuando dos masas chocan, cuyas propiedades mecánicas caracterizarán el tipo de señal acústica generada. El impacto genera una onda en el aire y un transitorio que se propaga a lo largo de la estructura del pilote, además el impacto crea una onda flexural, o transversal que se transmite por la pared del pilote y acoplada al agua se transmite por ella. Por otra parte el pulso que se propaga por el pilote se acopla al fondo y se propaga según el diagrama correspondiente; parte de esta señal que penetra en el fondo (señal roja), puede resurgir al agua interfiriendo, a veces, con la señal directa.
En resumen se puede afirmar que el proceso de enclavado es el más ruidoso en la etapa de instalación. Es, desde luego, el más importante en el rango de 10 Hz a 20 kHz. Para frecuencias por bajo de 1 kHz, es donde gran parte de la energía acústica se concentra, rango en el que se pueden identificar datos tonales a determinadas frecuencias. En el margen de 1 kHz a 4 kHz el ruido de clavado presenta la menor diferencia con el ruido de fondo, y será esta banda el primer candidato a ser enmascarada por el ruido ambiental. En el rango de 4 kHz a 20 kHz, la diferencia de nivel con el ruido de fondo, puede alcanzar hasta, en algunas zonas, los 60 dB.
En algunos casos es necesario acudir a voladuras con explosivos de zonas de roca. El uso de explosivos es poco frecuente en esta fase, aunque sí lo es en la fase de desinstalación. Es conocido el efecto de las explosiones sobre la fauna marina, (un ejemplo evidente es el de la pesca furtiva) y ha sido recogido en numerosas publicaciones científicas. En resumen podemos decir que la forma de onda típica de una explosión, presenta un pico, cuyo valor puede superar en varios órdenes de magnitud al obtenido en los procesos de enclavado, así como tiempos de subida y caída mucho más cortos, seguida de numerosas oscilaciones de presión (positivas y negativas). Hasta hace pocos años se creía que únicamente el valor de la presión de pico era el que dictaba el mayor o menor efecto sobre los seres vivos.
Recientemente algunos estudios han demostrado que la densidad de flujo de energía es un parámetro apropiado para estimar el mayor o menor daño sobre la fauna, en el caso de explosiones. En medios en los que el efecto puede verse perturbado por la presencia de superficies límites, como son la superficie del mar y el fondo, el SEL, ‘Sound Exposure Level’, ya citado, es mejor parámetro indicativo que la densidad de flujo. De este modo el valor frontera para la densidad de flujo de energía situado en 300 Julios por metro cuadrado, y que puede ocasionar un 50 % de mortalidad, en entornos sin superficies límite reflectoras, se pasa a un valor del SEL de aproximadamente de 207 dB, para entornos con frontera.

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